Pareciese que le tenemos miedo a relacionarnos. Nos sudan las manos y salimos huyendo para que no nos duela. Vivimos en un conflicto interno, en una cárcel que no nos deja expresarnos tal cual como queremos. Vivimos en una especie de neurosis desgarradora donde estamos esperando la mayoría de veces que nos pongan peso en nuestra balanza.

Solemos entregarle el poder personal al otro. Solemos darle la autoridad suficiente para que nos desestabilice, para que nuestros días se tornen distintos y así nos perdamos de nuestros propios regalos. Solemos estar buscando un padre, una madre, un alguien que nos sirva de testigo del amor. Un cupido sin alas con ojos de zombi que nos abrace por lo menos para no sentir el vacío de la soledad.

¿Dónde estamos nosotros(as)? ¿En donde nos ponemos?

Con la entrada de Venus en el signo de Libra, el escenario celestial se transforma en un elegante baile donde el amor y la armonía son los protagonistas. Venus, la diosa del amor, encuentra su esplendor en Libra, signo regido por la balanza. Esto no es simplemente una casualidad astral, es un llamado a explorar las complejidades de nuestras relaciones, tejiendo lazos que equilibran el dar y recibir.

Imaginemos la escena: Venus, la danzarina celeste, flota entre las estrellas de Libra, sopesando cada relación con la precisión de la balanza. En este baile, se nos insta a buscar equidad y justicia en nuestras conexiones personales. La balanza, símbolo de Libra y del arcano de la Justicia en el Tarot, nos susurra la importancia de tomar decisiones basadas en la verdad interna, sin buscar la aprobación externa.

El arcano de la Justicia, con su figura imponente sosteniendo la balanza, nos guía en este viaje celestial. Representa el llamado a la aceptación de nuestra propia naturaleza y la búsqueda de un equilibrio interno. La Justicia nos recuerda que la verdadera armonía no proviene de complacer a los demás, sino de alinearnos con nuestra verdad esencial.

Al mirar la balanza de la Justicia, vemos la necesidad de pesar nuestras acciones con integridad y autenticidad. No se trata solo de buscar aprobación externa, sino de encontrar la paz interna al honrar nuestra autenticidad. Venus en Libra nos inspira a tejer relaciones basadas en la equidad y el entendimiento mutuo, mientras la Justicia nos invita a tomar decisiones desde un lugar de honestidad y autoaceptación.

Así, mientras Venus danza en los cielos de Libra, la Justicia nos enseña que la verdadera armonía en nuestras relaciones surge cuando nos aceptamos a nosotros mismos y tomamos decisiones desde la autenticidad. Permitamos que este baile celestial nos guíe en la búsqueda de conexiones equitativas, donde la balanza interna se incline hacia la aceptación de nuestra naturaleza única.

Que este tránsito nos inspire a bailar al ritmo de nuestra propia verdad, sin temor al juicio externo, y a encontrar la justicia y el equilibrio en cada paso de nuestro viaje. ¡Que la danza cósmica nos lleve hacia un entendimiento más profundo de nosotros mismos y de nuestras relaciones!

Deseo que en vez de salir como zombies en búsqueda del amor, mendigando atención, seamos capaces de podernos ver en el espejo de nuestra alma y ver la grandeza que en nosotros(as) habita.